Descripción
Enzo Ferrari pasó a ser un mito del automovilismo. Su escudería compitió en todos los campeonatos mundiales desde 1950 a la fecha. Sin embargo, los títulos y victorias logrados en todos los circuitos del mundo no pudieron mitigar el dolor por la muerte trágica de diecinueve de sus pilotos, la mayoría muy jóvenes. Incluso el Vaticano lo criticó duramente por estas tragedias y otras producidas entre el público como en las Mile Mille de 1957. Pero su mayor dolor fue la muerte de su hijo, Dino, cuando contaba 25 años, época en la que ya trabajaban en la fábrica de Maranello. Desde ese día dejó de ir a las competencias.
¿Quién era Enzo Ferrari, un hombre que no era mecánico, ni ingeniero, ni proyectista y que, no obstante, logró concebir los mejores autos de carrera del mundo?
Mucho se ha escrito sobre el llamado mago de Maranello, pero el autor ha querido reunir en esta obra no sola la vida personal de Ferrari, sus romances, sus luchas para llegar a lo que ambicionaba, sino también destacar a cada uno de los pilotos que dieron su vida por pasión conduciendo los rojos autos italianos.
Eduardo “Sprinter” Gesumaría, nació en la ciudad de Córdoba, Argentina, en 1936.
Egresó del Liceo Militar General Paz como Bachiller y Subteniente de Reserva (1955), recibiendo la medalla de oro al Mejor Compañero por votación unánime.
Está casado con Chela Romero y tienen 4 hijos y 9 nietos.
Estudió Ingeniería Mecánica en la UNC, aunque abandonó para dedicarse al periodismo deportivo en la especialidad automovilismo.
Compitió en motociclismo, karting y automovilismo en la categoría Turismo con NSU Prinz y Alfa Romeo Giulietta.
Trabajó en distintos medios siempre en forma independiente hasta la actualidad.
Publicó 12 libros: La historia del automovilismo de Córdoba; Los Marimón; Oscar Cabalén, el ídolo; Apuntes de la Radio y Televisión de Córdoba; Pirín Gradassi; El otro Fangio; Eduardo Copello, el maestro; Oreste Berta; Ecos del Motor; La historia de la industria de Córdoba; La Buenos Aires–Caracas 1948 y la obra Las 200 carreras de Fangio, cuyos derechos adquirió el Museo de Fangio.
En el año 2001, la Unicameral de Córdoba le otorgó una plaqueta por su trayectoria periodística y el Gobierno de Italia lo homenajeó como ciudadano destacado.